Aunque no se utilizó mucho hasta la década de 1950 en los EE. UU., el entrenamiento atlético comenzó en 1881, “cuando la Universidad de Harvard contrató a James Robinson para trabajar con su equipo de fútbol en acondicionamiento”. 1 En 1990, se alcanzó un hito importante cuando la Asociación Médica Estadounidense “reconoció oficialmente el entrenamiento atlético como una profesión relacionada con la salud”. 1 En la actualidad, la Asociación Nacional de Entrenadores de Atletismo (NATA) tiene más de 45 000 miembros, una reunión anual con más de 11 000 asistentes y 325 empresas expositoras. 1
Como punto de aclaración, los entrenadores de atletismo no son fisioterapeutas, entrenadores de fuerza y acondicionamiento, entrenadores personales o científicos del ejercicio. En cambio, estos profesionales capacitados por expertos tienen un nicho muy específico y necesario en la seguridad y el bienestar de los atletas jóvenes y mayores, profesionales y aficionados. De acuerdo con la Comisión de Acreditación de la Educación en Entrenamiento Atlético (CAATE), todos los entrenadores deportivos del futuro en los EE. UU. serán especialistas con maestría cuya función principal será la colaboración “con médicos para brindar servicios preventivos, atención de emergencia, diagnóstico clínico, intervención terapéutica y rehabilitación de lesiones y condiciones médicas.” 2
En el Reino Unido, la ocupación que se compara con el Entrenamiento Atlético se conoce como Terapia Deportiva. La Sociedad de Terapeutas Deportivos, fundada en 1990, ahora trabaja con 30 universidades y “acredita 38 programas académicos de pregrado y posgrado”. 3 Los graduados de estos programas pueden trabajar con el NHS, deportes recreativos o de élite, discapacidad, salud ocupacional o rehabilitación. Los Terapeutas del Reino Unido son monitoreados de cerca, requieren Desarrollo Profesional Continuo y pueden ser sancionados por la Sociedad si infringen el código de conducta, el desempeño o los requisitos éticos de la organización.
El uso de la simulación como herramienta de enseñanza está creciendo dentro de los planes de estudios de Atletismo y Terapia Deportiva. Desde 2017, los estudiantes de terapia deportiva de la Universidad de Hertfordshire del Reino Unido han asistido a sesiones de simulación en las que se les presentan cuatro escenarios de simulación de traumatismos deportivos, que incluyen lesión en la cabeza y neumotórax, como preparación para sus evaluaciones prácticas finales. 3 Además, en los EE. UU., los estándares profesionales publicados por el CAATE en 2020 enumeran la simulación como una experiencia clínica alternativa “para verificar las habilidades de los estudiantes para cumplir con los estándares de contenido curricular”. 4
La variedad de experiencias en las que la simulación puede ser útil para el entrenamiento atlético o los programas de terapia deportiva incluyen el examen físico, el diagnóstico, la comunicación con el paciente y el manejo de emergencias en escenarios de lesiones traumáticas. La RCP y el uso de un DEA también son habilidades invaluables, ya que estos profesionales suelen ser los primeros en responder después de un accidente. En Limbs & Things, los programas de entrenamiento atlético buscan con mayor frecuencia productos que se centren en la reanimación, el examen físico de los ojos, los oídos y el abdomen, modelos de inyección en las articulaciones, productos de ultrasonido y modelos de descompresión con aguja/drenaje torácico.
1 Una breve historia del entrenamiento deportivo
3 Sitio web de la Sociedad de Terapeutas Deportivos
4 Normas Profesionales CAATE 2020
Referencias externas:
Limbs & Things (2021) The Use of Simulation in Athletic Training Programs. https://limbsandthings.com/global/news/33763/the-use-of-simulation-in-athletic-training-programs